Dalila
Parecía que todavía ha sido simplemente una pesadilla y cuando me desperté, casi podría jurar que nada de eso había existido.
Me levantaba y estaba de nuevo en mi casa. Veía la ventana abierta, las decoraciones en mi habitación, el clóset, y hasta mi perrito Pippo echado a mi lado, ladrando emocionado una vez que me ve despierta.
Ayer fue como un episodio que recuerdo de a poco. El techo se caía y Ernest no sobrevivía, al parecer mi esposo venía con gente del FBI y ellos se encargaron de todo. Parecían contentos de haber acabado con esta mafia y sin duda el mundo era ahora un poco más seguro gracias a eso.
Y por supuesto mi mente estaba el momento en que Lucas me salvaba, había peleado fuertemente y finalmente nosotros habíamos ganado, pero era más que eso, ahora estábamos realmente tranquilos.
—¿Me extrañaste mi pequeño? Yo te extrañé mucho— le decía y de repente recordaba cuando la encontré en la calle y él ladraba desesperado bajo la lluvia.
Empezaba a recordar poco