A tus pies me inclino.
Sebastián
Mi abuelo no solo hizo lo que él creyó correcto para salvar el negocio familiar, sino que se aseguró muy bien de que el apellido Falcó se entrelazara con la nobleza británica. Su ambición de poder me atoo a una mujer que me desquicia, me vuelve loco, peo que además es obstinada e impulsiva. Me obligó a dejar mi libertad sin haberme dado la razón real detrás de todo esto.
—Te llevaré al departamento, yo debo hacer algo —pronuncio tratando que mi voz no suene tan hostil.
—No, yo necesito ir a la casa de mis padres. —Ambos tuvimos la misma idea, enfrentar a los demonios.
—De acuerdo. —Le abro la puerta del auto y subo después de ella.
No debo de enfadarme con ella, no es mi enemiga. Ni siquiera planificó esto, sin embargo, su condescendencia me resulta asfixiante. Su interés en mantener nuestras vidas por separado me trastorna. Ambos sabemos lo que realmente queremos, si tan solo ella…
—Espero no haberte causado malestar u ofendido de algún modo, Sebastiá