Con un ruido opaco, Derrick se derrumbó sobre la cama.
—¡Tío Derrick! —exclamó Arianna.
Stephanie corrió hacia adelante, gritando frenéticamente:
—¡¿Derrick?! ¡Derrick! ¡Llama al médico!
Presa del pánico, presionó el timbre de emergencia al lado de su cama, y pronto un médico y dos enfermeras entraron corriendo, sacando a todos de la habitación. Inmediatamente comenzaron sus procedimientos de emergencia.
Stephanie estaba parada afuera de la puerta, sus lágrimas fluían incontrolablemente, como si hubiera envejecido en un instante. Arianna se paró a su lado, ofreciéndole un pañuelo.
—Tía Stephanie, trata de no preocuparte demasiado. Estoy seguro de que el tío Derrick estará bien.
Stephanie rechazó el pañuelo, pero luego miró a Arianna con resentimiento e ira.
—Ari, ¿por qué dirías algo así? ¿No sabes mejor que molestarlo, especialmente en un momento como este?
—Tía Stephanie, no quise molestarte. Fue un lapsus... y el tío Derrick insistió en saberlo. Viste que no t