-Hola amor.-contesto el teléfono al entrar a casa.
-Hola, como esta princesa?
-Bien, estaba visitando a mi tía y a mis padres.-me siento en el sofá.
-Bien,oye.te extraño.
-Yo a ti.-sonrió.-Nos veremos el lunes amor.
-Es mucho tiempo.
-Lo sé, amor te llamo mañana, voy a descansar un poco ¿vale?
-Bueno, me llamas si necesitas algo, té quiero.
-Yo también te quiero.-cuelgo y sigo sonriendo como boba. Al subir veo que Erick ya está dormido así que yo solo me acomodo a su lado.
Maldita sea. No puedo dormir. No puedo dejar de pensar en ese bebe. En si yo lo tuviera estos momentos conmigo y de echó no falta mucho para ir a verlo. Tan solo tres días, el día libre que pido todos los años para ir a verlo. Y porque sé que no trabajaría así.
Siento que Erick rodea mi cintura con su brazo y me quedo quieta.
-¿Qué haces?-susurro.
-Duerme.-contesta, se pega más a mi abrazándome por la espalda y yo sólo trató de dormir, algo incomoda claro.
-Si diga.-contesto mi teléfono a las tres de la madrugada.
-