La pregunta lo tomó por sorpresa. Aún no se había confirmado que Oliver fuera completamente confiable.

—Escucha —respondió con seriedad—, antes de que Oliver pueda salir de la villa, deberá pasar varias pruebas que el Rey establecerá. Solo así podremos confiar plenamente en él.

—Pero yo confío en él. Sé que no hay nadie mejor para protegerme. Lo ha hecho durante quince años.

—Lo sé. Pero aún no ha demostrado que la líder de Zion no puede controlarlo. Y no pondré tu vida en riesgo.

—Oliver me ha cuidado toda la vida. Es él quien me ha salvado una y otra vez...

—Lo siento, pero no permitiré que esté cerca de ti sin antes asegurarme de que no representa una amenaza —respondió André con firmeza.

—¿Y si se lo pido al Rey? —preguntó ella con esperanza.

—No importa a quién se lo pidas, Oliver tendrá que pasar por una revisión antes de salir de la villa —dijo sin ceder.

—Está bien… al menos ya no está en prisión —dijo Serena, resignada.

André la abrazó con ternura, dándole un poco de consuelo