27.
La noticia cayó como un golpe seco en el pecho de Héctor. Sintió cómo su mundo se venía abajo. Había luchado durante meses para recuperar a Mariel y traerla de vuelta a salvo. Había hecho todo lo posible para protegerla, evitar que estuviera sola o en peligro… y ahora, ella se había ido.
—Envía a un peón al castillo para que busque al príncipe André y le informe. También envía mensajeros a las casas de Matías y Arturo; quizás ella esté con alguno de ellos —ordenó, cuando en ese momento uno de los guardias irrumpió en la casa.
—Lord Villacrés, lo solicitan con urgencia en el palacio —dijo el guardia, jadeante.
Héctor pensó que Serena podría estar allí.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó.
—El ejército enemigo se ha acercado demasiado a la ciudad. El general ha ordenado la movilización de tropas, y el Rey ha convocado al consejo de guerra, además de a su consejo personal —explicó el guardia con preocupación.
La noticia solo agravó el pánico de Héctor.
—Reitera las órdenes, Perla. En cuanto term