Sentada en mi oficina, pensando una manera de rechazar su oferta de ir y almorzar con él, aunque no tendría nada de malo. pero evitó muchos murmullos a mi llegada, ya me han tachado en mi primer día.
Miro el reloj, y es mi hora de almuerzo, sintiendo un peligro andante, miro a mi puerta y él estaba parado en ella. No me di cuenta, ni cuando llego, o cuando lleva allí, parado. Pero, me llevé tremendo susto, que mi lapicero se cayó, haciendo un ruido crujiente en mis oídos. Trayéndome a la realidad de que no podía escapar aunque quisiera de este enredo. Pero bien, mi nombre es victoria y debo obtener la victoria. No puedo quedarle mal, no tengo nada que perder. Bueno, sí, mi nuevo puesto, pero bueno, él fue quien me busco, yo no lo llame.
¿_ Cuando trabajas, sueles estar muy concentrada?
Qué pregunta es esa, soy una mujer comprometida con su trabajo, acaso no fue eso lo que lo atrajo a traerme a esta empresa.
_ "Suelo, estar en mi trabajo, cuando es debido. No puedo distraerme, no me