Isabella no podía controlarse adecuadamente.
Las palabras que dijo antes... Cambiaron mucho dentro de ella y aún no había sobrevivido a sus efectos cuando llegó su toque loco, encendiendo su piel.
Cuando Charles volvió a mordisquear la piel de su cuello, Isabella dejó escapar otro pequeño gemido. Sus manos fueron a agarrar una masa de su cabello y recordó sus palabras.
Dijo que la amaba.
No era la primera vez que Charles le decía eso, pero como la primera vez, se sentía surrealista escucharlo decir esas palabras dolorosas.
Pero ella estaba contenta. Todo dentro de su alma bailaba locamente mientras recordaba sus palabras una y otra vez.
Y todo su cuerpo lo anhelaba aún más.
Charles no se perdió el mensaje que Isabella estaba transmitiendo mientras levantaba ligeramente la cintura inferior, casi golpeando su ingle.
"Tendrás que ser paciente, niña". La ligera aspereza de su barbilla le rozó el cuello, la ronquera de su voz la deleitó. "Esto será dolorosa y sorprendentemente lento"