Sebastián Dradas
Días después…
No puedo aún con este sentimiento enterrado en mi pecho, el ver cómo mi amigo sigue en esa cama de hospital sin siquiera mover un músculo; esto simplemente hace que mi corazón se rompa a pedacitos, siento que perderé a una parte importante de mi vida y que será un hecho eternamente irreparable, nadie podrá cambiar esto por más que lo desee.. He hablado con él, como uno de los doctores me lo recomendó, dicen que muchos al escuchar a sus seres queridos regresan de ese profundo sueño, pero han sido días en los que he estado aquí hablando y charlando de mi día a día pero aún no ocurre algo que me dé más esperanzas y que aviven mi fe de volver a tenerlo conmigo.
—Amigo, no puedes dejarme, ¿Quién me acompañará ahora que Fleur se vaya? Habías prometido permanecer a mi lado y no dejar que la soledad y el silencio de esa voz me consumiera y derrumbara por qué mi amor ya no estaba.
Silencio. No veo nada, no siento nada y no escucho nada.
—Te extraño — siento como