“Es porque vi que eras diferente de tu hermano y porque pensé que eras inocente que estuve dispuesta a ayudarte a tratar la herida en tu pie. Ahora, ¡parece que no eres inocente en lo absoluto! ¡Muy bien! ¿No estás dispuesta a dejarme tratar la herida en tu pie? ¡No la trataré!”.

En cualquier caso, Holden había salido de la jaula, así que si Isadora no quería ser tratada, ¡que así sea! Sabrina no miró hacía atrás. Solo continuó caminando fuera de la puerta.

“Sabrina…”. Esta vez, el tono de Isadora era lamentable e indefenso.

Sabrina nuevamente se detuvo en su camino. Volteó para ver a Isadora, quien estaba realmente llorando.

“¿Puedes… Puedes escucharme por un momento?”, preguntó Isadora.

Sabrina frunció el ceño en confusión. “¿Qué quieres decir?”.

Sabrina había sido tomada como rehén e incluso tenía casi nueve meses de embarazo. ¿Qué más le podía decir Isadora?

“Tienes derecho a pensar en mí como quieras, pero yo sabía que eras muy miserable. Fuiste incomprendida y encarcel