Sean se enfureció al instante. "¡Esa desvergonzada! ¡Ya está casada con mi hijo y todavía hay hombres como tú que defienden su honor! ¿Quién eres? ¿Quién diablos eres tú?".

Holden se burló con desprecio antes de agarrar el cuello de Sean. "¡Escúchame atentamente, viejo bast*rdo! Solo vine aquí hoy para confirmar la dirección. No estaba seguro de que vivieras aquí, no sabía si me había equivocado, pero cuando los escuché hablar sobre Sabrina, ¡supe que tenía razón! ¡Viejo bast*rdo! ¡Piensa en lo que tú mismo has hecho antes de hablar sobre Sabrina! ¡No olvides que hay un dicho que dice que cosechas lo que siembras! ¡No es que no tengas que enfrentar las consecuencias de tus actos, es solo que aún no ha llegado tu momento!".

Sean permaneció en silencio. Había hecho mucho daño en su vida, tanto en su carrera como en su familia. ¿Pero no lo había pagado ya? Todos sus hijos habían fallecido, solo quedaba Sebastian. Tuvo que despedir a sus hijos antes de tiempo, ¿de qué otra cosa debía ar