Lily se quedó sin palabras.

Era de esperar la reacción de Lily, ya que incluso Sabrina, Ruth e Yvonne se habían sorprendido por la rudeza y el carácter autoritario de Aino.

En el momento en que pasaron el umbral de la puerta, Sabrina, Ruth e Yvonne le dijeron a Aino. “Niña, si una señora feroz sale después, deberías…”.

“Me esconderé detrás de todas ustedes”, dijo Aino obedientemente.

“Sí, así es. Los niños pequeños no deberían participar en asuntos que involucran adultos, ¡de acuerdo!”, le dijo Ruth a Aino.

Aino asintió. “Entiendo”.

Mientras caminaban, la pequeña se comportó como una niña increíblemente obediente.

Antes de que se abriera la puerta, la niña se mantuvo detrás de ellas. En un abrir y cerrar de ojos, de forma repentina, corrió frente a las tres.

Incluso regañó a la mujer y la llamó mala señora nuevamente.

¡Dios mío!

¡Ella era incluso más feroz que la pequeña arpía, Ruth!

Era incluso más explosiva que la pequeña petarda, Yvonne.

“¡Aino!”, la regañó Sabrina.

“¡