12
El señor Nataniel le pidió que se tranquilice porque solo está allí para hablar sobre su compromiso. — Aunque siempre lo dijo con su carácter de mandador.

— Es que… si de verdad se trata de eso, ¿por qué no vamos a otro lugar? —le propuso ella, ya que no quiere que su padre los vea platicando y pregunte cuáles son las intenciones de su visita.

— ¿Y aquí por qué no podemos hablar? —¿Qué no es aquí donde tú vives? —él ya ha notado su preocupación, pero como a eso es que él ha venido a este lugar, tiene que hacer lo posible para descubrir cuál es el temor que ella le tiene a su misma familia.

— Sí, aquí vivo, pero es que mi padre no tarda en levantarse y me gustaría evitar que le trate como una calaña por su condición física, él es… él es muy desconsiderado.

— No te preocupes, seguramente cuando él se levante, ya me habré ido yo.

— Bueno, está bien, pero dígame de prisa que es lo que quiere que hablemos.

— ¿Acaso quieres que en medio de la calle nos pongamos a hablar?

— Ja, ja, ja,
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo