—Dane estaba aquí hace unos instantes.
—Pero ya no esta— dije, más bien le grite; es de mi hermano de quién estamos hablando, mi responsabilidad, no dijo nada solo se dedicó a buscar a Tommy.
Sigo mirando hacia todas partes pero nada; la desesperación y el pánico reinan en mi en estos momentos; tendremos que llamar a seguridad para que nos ayude a encontrarlo.
—¡Danesa!— escucho a mi espalda, creó que nunca había estado tan feliz de escuchar mi nombre, es mi pequeño; me giro para verlo y lo veo de la mano de un trabajador del lugar que por cierto conozco.
—¡Thomas!— me arrodille para quedar a