43. ¿Qué tiene de malo?
Christopher
—Eso nena… así. si, si…
Tener a Abigail encima mío moviéndose como una maldita diosa es lo mejor que puedo pedir.
Debido a mi maldito problema en las piernas y para evitar que tenga una recaída ella ha decidido tomar las riendas en el asunto.
— Chris… yo.. yo.
—No llorona, no vas a correrte todavía—le digo, y ella lloriquea un poco mientras sigue montándome.
Su rostro está muy sonrojado y la manera en que sus senos se mueven de arriba a abajo debido al movimiento me tiene enloquecido.
Por lo que anclando mis manos a sus caderas, me encargo de dejarla quieta sobre mi antes de ser yo quien comience a moverme.
Entro en ella duro y profundo y cuando sus gemidos se vuelven gritos de placer, en ese momento todo mi control se va a la mierda.
—Chris no puedo más…
Sus palabras solo me calientan mas, por lo que acelerando mis movimientos me encargo de moverme dentro y fuera de ella con intensidad, hasta que siento que estoy por correrme.
—Correte para mi, llorona. — mis palabras