Desperté a la mañana siguiente sintiendo como un líquido caliente y baboso me cayo en la cara deslizándose directo a mi cama. Abrí mis ojos y vi a Grandog babeando frente a mi, no suele provocarme asco el hecho de que Grandog babeé como un Bulldog pero en esta ocasión su saliva me entró por la nariz en lo que respire.
-Asco, Grandog.
Me senté de golpe en la cama y me sonr suave mi nariz para que la saliva saliera. Sentí que Jared también se levantó así de brusco asustado por mi culpa.
-¿Qué pasó?
Pregunto acelerado.
-Grandog hizo un atentado contra mi