Alaia Miller Montenegro
Desperté por el sonido de la puerta me di cuenta que alguien estaba entrando en una habitación Así que llena de miedo abrir los ojos para ver entrar a Sarah cosa que me relajó por completo.
— Ya tenemos que dejar de vernos en estos lugares — dijo supongo que para tratar de relajar el ambiente.
El sonreí
— ¿Puedes creer que alguien intentará secuestrarme? no sé por qué
Ambos reímos.
—Así que embarazada...
— Si, te lo diría hoy, estaba comprando algo lindo para ti sabes para que fuese bonito el cómo te enteraras no pensé que todo esto iba a suceder y que te enterarías Así tan simple que vas a sentir— Ella se acercó para abrazarme.
— no sabes lo feliz que estoy con que estés embarazada!— si yo de felicidad mientras me abrazaba fuertemente, no había duda que Sara era la persona que me alegraba en estos momentos era impresionante como con ella podía cambiar mi estado de ánimo— ¿ya ¿Sabes si es niño o niña?
— Aún es muy pronto para saber eso apenas tengo dos meses
—