-¿Le dijiste a Leónicas que empaque su maleta?- Gritó furioso su esposo, dando un fuerte portazo a la puerta.
Selene se sobresaltó y soltó las prendas que llevaba en sus manos. Había hecho lo que Dionisio le ordenó, desempacar su valija. ¿Qué otra opción tenía? Estaba entre la espada y la pared. Su arriesgado plan de huir y divorciarse de su marido había sido una muy mala idea desde un principio.
Y-yo…- balbuceó, sin saber qué decir.
-Mejor no digas nada- Gruñó- ¿Realmente creíste que podrías llevarte a mi hijo? ¡Ja! Si quieres puedes irte… pero sin él… ¿Qué piensas de eso?
-No voy a ir a ningún lado sin él.- Sentenció. Si de algo estaba segura, era de que jamás se alejaría de su único hijo.
-Perfecto entonces, termina de desempacar, yo voy a pasar tiempo con NUESTRO HIJO- exclamó acentuando las últimas dos palabras-
Su esposo se giró hacia la salida, pero antes de salir, se volteó una vez más- Ah, por cierto, Leónidas me contó que Agatha se fue- sonrió divertido- No tengo la me