83. ¿Cuánto tiempo?
Ya no o había más opciones para la reina. Su última arma en esta batalla de poder, era la princesa Gisal. Crystin sabía que para mantener su reino a salvo, debía actuar con rapidez y utilizar a la princesa era una pieza clave de peligro en ese juego que ella había formado.
Con movimientos rápidos y precisos, la dama de la reina tomó el teléfono y marcó el número en la lejana ciudad de Abergavenny. La princesa Gisal, quien se encontraba junto a su hermano el príncipe Jeston.
—¿Qué ha pasando? —preguntó Gisal cuando respondió.
La dama Trina, le dejo dicho a la princesa que la reina Crystin deseaba hablar con ella urgentemente. En cuanto avisó, de inmediato le entrego la bocina de teléfono a la reina.
—Gisal —la llamó la reina.
—Díganme, majestad, ¿qué desea?
Era la manera que estaba acostumbrada y que le gustaba que se dirigieran a ella, sin tener que estarles recordando que le debían respeto y lealtad.
—Mi príncipe estará en camino mañana, irá a ver a tu hermano —le informó la reina. —