Nosotros nos fuimos en dirección a la moto, él me detuvo, se quitó su camisa y quedó en camisola, era definitivamente una escultura humana.
_ Vamos, sacuda esos pensamientos libidinosos que tiene en estos momentos y cámbiese la blusa.
Mehmed me dio su camisa y se dio la vuelta, una vez que me quité la blusa me puse la prenda grande, parecía una pequeña con la ropa de su papá.
_ Listo, ¿Nos vamos?
Mehmed no pudo reprimir una carcajada al verme con su camisa casi nadando, me puse sonrojada y molesta por la burla de ese hombre, iba a quitarme la prenda pero me detuvo.
_ Vamos _ él quitó una lágrima del borde de su ojo _ no se moleste, solo que la camisa le queda como vestido.
_ Eres un idiota _ lo empuje sin moverlo siquiera un apice _ por Dios santo, pareces una roca.
Me subí en la moto, llegamos a mi apartamento, estando ahí mir&eac