Doris se enteró por primera vez de que aún había ancianos que hacían eso hoy en día.
En esta época, el amor y el matrimonio eran libres, ¿cómo podía haber todavía ancianos manipulando los matrimonios de sus juniors?
Pronto Doris recordó a sus mayores. La mayoría de los matrimonios entre familias poderosas estaban controlados por los mayores.
Como herederos, no tenían libertad para casarse, y las familias se valoraban más por los beneficios, y se preocupaban más por cuánto podía aportar un matrimonio a la familia y al negocio.
—¿Cómo me eligió tu abuela? Ni siquiera la conozco. —preguntó Doris con incredulidad.
No conocía a la vieja señora York o, si la conocía, no estaba impresionada.
Pero la vieja señora York sí la observó y la conoció antes de elegirla para Arturo y le enseñó a Arturo su foto para que la persiguiera.
—No sé. Mi abuela es mayor, pero viaja mucho y ninguno de nosotros puede vigilarla. Por suerte goza de buena salud y aparenta sólo sesenta.
Arturo tampoco sabía cómo la