Sonny, ¿no es linda Ruby?

Abuela May miró fijamente a Ruby y le preguntó a Sonny.

—Linda, muy linda, abuela. ¿Cuándo podré tener una hermanita?

Sonny también quería tocar al bebé. A Abuela May le preocupaba que Sonny lastimara a Ruby accidentalmente, así que le apartó la mano y le dijo: —No la toques. Si no controlas tu fuerza, le harás daño al bebé. La piel del bebé es más frágil.

Sonny respondió: —... Abuela, aún no la he tocado, ¿cómo sabes que la lastimaré? Simplemente no quieres que la toque.

Abuela May acarició el rostro de Ruby como si estuviera tocando un tesoro raro, pero no dejó que Sonny lo tocara.

—Así es, simplemente no quiero que la toques. Me gusta mucho esta pequeña. Sería genial si fuera mi bisnieta.

Abuela May fue a tocar nuevamente los piececitos de Ruby.

—Abuela, los pies de Ruby son muy pequeños.

Abuela May dijo: —¿Crees que tus manos y pies fueron así de grandes cuando naciste? Cuando tenías dos meses, también tenías manos y pies pequeños.

Ellos observaron a Ruby,