Marcos acompañó a Antonella hasta su casa en el trayecto le dice
- ¡Voy a acompañar a mi hermana y a mi madre, ambas están muy felices y quiero compartir este momento con ellas, ¿lo entiendes verdad? -
Antonella se dijo para sí que rabia, pero sonrió - ¡si claro, lo entiendo! - siguieron el camino en silencio.
Delfina y su mamá llegaron con el chofer a la casa, estaban muy felices ambas, no podían estarlo más. Fue mucho el trabajo que volcó Delfina para obtener ese puesto.
- ¿Estás feliz hija? -
- ¿Por supuesto madre? - respondió ella con una cara de felicidad, mientras Marcos se despedía de Antonella en el auto.
Se dieron un beso apasionado
- ¡No quieres hacer algo loco! -insista ella a Marcos
- ¡Podría, pero tengo que estar en casa en media hora! -
- ¡No llevaría más de cinco minutos! - Marcos repite - ¡No hoy no, dejémoslo para otro día! - ¡Está bien! - dijo no con demasiadas ganas, se despidió y se bajó, Marcos dio vuelta su auto y se fue rápidamente, Antonella quedó sumamen