Lucas contestó el móvil:-Lucío, ¿cómo se te ocurrió llamarme?-
Lucío Hernández, el hijo menor de su hermano mayor, Alejandro Hernández, tenía una buena relación con él a pesar de tener padres con quienes Lucas no se llevaba bien.
Lucío tenía el sueño de curar a las personas desde pequeño y había renunciado a la herencia familiar para estudiar medicina y poder ayudar a los enfermos. Para no ser chantajeado por sus padres, había trabajado para pagar sus estudios universitarios y ahora estaba estudiando en el extranjero gracias a sus excelentes calificaciones.
Por lo tanto, los rencores de la generación anterior no habían afectado el vínculo entre tío y sobrino.
-Tío, el abuelo me dijo que te despertaste y te casaste. Es algo importante. Defenitivamente tengo que preguntártelo.-
Al escuchar esto, Lucas levató las cejas,-¿lo sabes incluso en el extranjero?-
-El abuelo me lo dijo, pero tengo mucha curiosidad. ¿Qué tipo de chica puede quedarse a tu lado y a quién el abuelo ha elogiado tanto?