—Sí, ahora... lo lamento. Dijo Ana con dificultad.
Incluso ella misma encontró ridículas las palabras que acababa de pronunciar.
En aquel entonces, ella había luchado desesperadamente por escapar, incluso recurriendo a Hugo Hernández para aliarse con él y utilizar todos los medios posibles para lograr el divorcio.
Nunca imaginó que en tan poco tiempo, ella misma se humillaría y volvería a contactar a Lucas, qué vergonzoso.
Lucas entrecerró los ojos y se rio fríamente—No sé de dónde sacas la confianza, ¿acaso crees que soy un personaje al que puedes invocar y despedir a voluntad?
Aunque no sabía por qué Ana le había llamado de repente, ya no podía creer en las palabras de esta mujer.
Lucas siempre había sido orgulloso, y su autoestima no le permitiría ser manipulado por una mujer.
Ana apretó los labios, no le sorprendió en absoluto la reacción de Lucas.
—Entonces, ¿no te importa si busco a cualquier otro hombre, como viste hoy? —dijo Ana, apretando los puños con fuerza.
¿Cómo no iba a s