163.Me encanta lo que veo.
Momentos después se inclinaba hacia Claire y Jareth y susurraba.
—Yo también lo creo y no solo eso, les apuesto 10 dólares a que tras el mayordomo explicarle a su señor el problema, este se va a parar rápidamente haciendo algún tipo de exclamación.
—No apostaría porque también sé que eso es lo que ocurrirá— murmuró Jareth hacia la mujer del italoamericano Martinelli.
Efectivamente, tal y como ellos habían predicho, el anfitrión no tardó en maldecir en italiano observando a sus “invitados” porque en realidad a excepción de los Martinelli los otros se había auto invitado.
— Por favor, lleva a los matrimonios Martinelli Y Mars a su habitación y asegúrate de que estén cómodos — pidió Eros a su mayordomo antes de salir a paso acelerado en dirección a la mansión.
Jareth no sabía si reír o negar con su cabeza, que su padre en esos momentos se encontrara ocasionando problemas en lugar de algunos de sus nietos o de él mismo era algo raro, algo que jamás creyó que pudiera pasar.
Pero bueno, er