(Anastasia Clark)
Aquel día estaba feliz, pues el cupo de alumnos estaba lleno, era señal de que el negocio iba como la seda. Sonreí, de oreja a oreja, mientras preparaba mi clase de bachata, junto a Nicky.
- Deberíamos contratar a más personal, nosotras no vamos a dar abasto con todos los tipos de bailes – se quejaba, y la entendía perfectamente, pero de momento, al menos hasta el próximo mes tendríamos que bastar las dos – Por cierto - añadió, al darse cuenta de que me estaba tomando más tiempo del que debía en responder - ¿Qué tal te fue ayer con Jonathan? – preguntó, con cierto rintintín, como si quisiese emparejarme con él, de alguna forma – Me dijo Brenda que vino a recogerte y todo, ¿eh?
- Sólo se ofreció a llevarme a casa, ya que Brenda se iba con su marido y su hija, y tú te fuiste antes a esa cita de la que ni siquiera me quieres hablar – me quejé, haciéndola reír.