~ MARCO ~

"Señor Bellucci, necesitamos que se prepare inmediatamente", me dice la enfermera tan pronto como salgo del elevador en el tercer piso. Ya me está guiando hacia una pequeña sala al lado del centro obstétrico. "La dilatación está completa. Vamos a la sala de parto".

Mi corazón se dispara. Es la hora. Finalmente. Después de horas esperando, después de subir y bajar al cuarto de preparto donde Maitê pasó las últimas horas en trabajo de parto, finalmente llegó el momento.

Entro a la sala y sigo las instrucciones rápidamente, lavo las manos con jabón antiséptico hasta los codos, visto el delantal quirúrgico verde que la enfermera me entrega, coloco el gorro desechable cubriendo todo el cabello, ajusto la mascarilla sobre la nariz y la boca, calzo las zapatillas de protección. Mis manos tiemblan mientras amarro los lazos del delantal en la espalda.

"¿Primera vez?", pregunta la enfermera con una sonrisa gentil visible en los ojos sobre la mascarilla.

"Primera", confirmo, mi voz aho