~ MAITÊ ~

El dolor comenzó como una ola lenta y constante, partiendo de mi espalda baja y esparciéndose por el abdomen en un apretón que me hizo sostener involuntariamente el borde de la mesa de noche. Respiré hondo, contando mentalmente mientras la contracción pasaba, y cuando miré a Marco, vi el exacto momento en que percibió lo que estaba pasando.

"¿Fue otra?", preguntó, levantándose tan rápidamente de la butaca al lado de la cama que casi tira el celular que estaba sosteniendo.

"Fue", confirmé, intentando mantener la voz calma a pesar de la tensión que sentía crecer en el aire.

Marco comenzó a caminar de un lado a otro del cuarto del hospital, pasando las manos por el cabello en un gesto que reconocí como pánico puro.

"No estoy listo", declaró súbitamente, volteándose para encararme con ojos agrandados. "Maitê, no estamos listos. ¡Ni siquiera elegimos su nombre todavía!"

Habría reído si otra contracción no hubiera comenzado en aquel exacto momento. Sostuve el borde de la cama, res