~ MAITÊ ~
La euforia de la competencia todavía corría en mis venas mientras caminaba de vuelta a nuestra cabaña. Habíamos logrado completar la sala de escape en una hora y ocho minutos, un tiempo que parecía respetable considerando la complejidad de los desafíos. Independiente del resultado final, estábamos a punto de dejar este campamento y volver a casa, y esa perspectiva me llenaba de un alivio profundo.
Finalmente podría salir de este ambiente helado y estresante, lejos de los sabotajes constantes de Vivianne y de la tensión de estar siempre mirando por encima del hombro. Podría volver a la seguridad de nuestro apartamento, donde el mayor peligro que podría enfrentar era pelear con el frasco de conserva que se negaba obstinadamente a abrir, como si fuera una caja fuerte protegiendo los secretos del universo en vez de simplemente aceitunas.
Pero incluso mientras me permitía sentir esa alegría por la liberación inminente, una preocupación sombría pesaba en el fondo de mi mente. ¿Cóm