~ MARCO ~

La cena comunitaria estaba siendo servida en el pabellón principal, una estructura impresionante de madera y vidrio que ofrecía vista panorámica de las montañas. Las tres empresas habían sido estratégicamente distribuidas en mesas separadas, pero lo suficientemente cerca como para que pudiéramos observar discretamente a nuestros competidores.

El equipo Rossini parecía compuesto principalmente por empleados jóvenes, llenos de energía y claramente animados con la competencia. Reían alto, gesticulaban bastante y parecían genuinamente entusiasmados con el fin de semana. Una vinícola moderna, probablemente enfocada en innovación y marketing digital.

Ya la mesa de Monteiro era completamente diferente. Un grupo más formal, y había una tensión palpable entre ellos. Algunos rostros me parecían familiares, probablemente empleados antiguos que habían sobrevivido al cambio de dirección. Otros eran claramente nuevos, todavía intentando encontrar su lugar en la dinámica del equipo.

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