Ellis sintió que su corazón latía con fuerza cuando abrió la puerta y se encontró con Rocco, Jake y su hija Donna. Su rostro estaba pálido y angustiado, y tenía un nudo en la garganta mientras miraba a Rocco, quien tenía una expresión seria. No podía hablar, solo asintió con la cabeza en un saludo silencioso.
Rocco mantuvo su mirada fija en los ojos de Ellis y luego habló con voz grave y tranquila: “Fui a buscar al Sr. Amorielle a la escuela y cuando notamos que ni usted ni su esposo aparecieron para recogerla, decidí llevarla a tomar un helado.”
Ellis estaba tan emocionada que apenas podía hablar. Miró a Rocco y dijo con voz temblorosa: “Gracias, Rocco. Gracias por traerla de vuelta.”
Rocco asintió co