Había pasado una semana desde que Angelina y el joven CEO, Lucien Black l, no se habían encontrado, ambos habían estado muy ocupados dirigiendo las empresas de su respectivas familias, pero eso no significaba que el CEO, se había olvidado de ella

— Lucien, el niño que dices se te apareció, ¿lo has vuelto a ver? — el asistente Philips, preguntaba a su jefe

— No, no lo estés invocando, luego se me va a aparecer de nuevo si lo sigo mencionando

— Tal vez necesitaba algo en lo que solo tú podías ayudarle, no seas malo, si se te vuelve a aparecer debes hacer todo lo posible por ayudarle en lo que tiene pendiente en este mundo para que después camine hacia la luz y se vaya al cielo

— ¿Enloqueciste? Philips, si se me vuelve a aparecer le diré que tengo un asistente muy eficiente que está preocupado por él y que lo sea que ocupe, está dispuesto ayudarle, así sea ir con él al inframundo

— ¡¿Qué?! en tus sueños, Lucien, si vuelve ese niño correlo, dile que aquí no lo podemos ayudar, que vaya a u