Apenas el asistente llegó en su espectacular coche a su residencia, marcó el celular de su jefa y amiga, tenía que contarle lo que había sucedido sí o sí, ésto era por mucho lo más loco que le hubiese pasado alguna vez, sentía un nudo en la garganta
En primera su amor imposible ya no lo era tanto y en segunda, ¡con un demonio, por un momento pensó que Philips, se iba a aprovechar de él!
— Angelina, que bueno que contestas el celular, no vas a creér lo que me ha pasado — exclamaba Jan Pierre, un poco agitado
— ¿Qué? ¿que te pasó Jan Pierre, cuéntame, sabes que puedes confiar en mí — la embarazada se encontraba trabajando en su computadora a escondidas de su estricto esposo
— ¡Fui drogado, secuestrado y casi abusado por el demente asistente de tu marido! ¡el hombre me llevó con engaños a su mansión, dijo que buscaría las cosas que su jefe le encargó, me ofreció un vaso con agua que yo estúpidamente bebí!
— ¿Pero qué dices? ¿cómo pudo ser capaz Philips, de tal atrocidad, te juro que yo