"No hay peor ciego que el que no quiere ver."

Esa era una de las tantas frases que Liam siempre decía en sus Dramas,pero esa se había convertido en unas de mis favoritas.

Estuve durante un tiempo ciego de amor,ciego al negarme ver la realidad en la que estaba.

Pero fue mismo Thompson quién me quitó la venda de los ojos,haciéndome ver que en realidad no me amaba tanto como yo quería creer.

Y ahora en verdad se lo agradecía.

. . .

—¿Quieres tener una cita conmigo?—lo miré sorprendido.

Mi corazón golpeaba con fuerza,sonreí.

—Me encantaría—bebí del sorbito de mi bebida mirando hacia otra dirección, avergonzado.

—Deja de ser tan lindo—Pellizcó mis mejillas y reí.

Eric llevaba tres semanas con nosotros y ya me dolía hasta sonreír de tanto que me hacia reír,desde que el había llegado las cosas las veía diferentes tanto que hasta me olvidaba todo lo malo que me había pasado desde que me había vuelto a encontrar con Liam,poco a poco me estaba haciendo caer ante su bondad y alegría.

—Chicos—Har