Regresamos a la mansión de Vernon, ahora que la observo bien es algo… tétrica. No niego que tiene detalles preciosos como el jardín o los caminos de piedras blancas, pero… si solo esta el y sus perversiones de vez en cuando debe ser algo aburrido.
Deje mis cosas en mi cuarto bueno la habitación que me asignaron y cual fue mi sorpresa que mi closet estaba lleno de ropa increíblemente lujosa. Zapatos, vestidos, pantalones, blusas… me sorprendí tanto que dejé caer mis pobres y desgastadas prendas al suelo.
— ¡Carajo! — grite de la emoción.
— ¿Degusta nena?
— ¡Mierda! — una voz vino detrás de mí, me aleje hasta que choque con la maldita puerta corrediza y caí al suelo de sentón — ¡¿Oye que te pasa?! — Vernon soltó una sonora carcajada.
— Valla no pensé que