Boda bajo un contrato
Boda bajo un contrato
Por: karli_estrella
Un Velo de Secretos: Intriga y Pasión en la Boda de Lucrecia

Hoy es un dia muy importante, para la dulce chica Lucrecia, de cabello hermoso y radiante y elegante sonrisa, quienes la vieran, dirían que ella es la más feliz del mundo,   ella está lista para avanzar en su vida amorosa y casarse con el amor de su vida, se siente amada, y siente mariposa en su estómago, una de esas fuertes que deslumbran los ojos de la dulce Lucrecia, en el espejo ella mira su reflejo, mientras la maquilladora le empieza a maquillar su rostro, un Prebase de maquillaje, correcto y protector, mascara de pestañas, lápiz de ojo waterproof, fijador de maquillaje, iluminador, luego aplica un prebase de ojos, lápiz perfilador de labios, le echa un pintalabios mate en sus labios, y la otra chica solo se encargada de la cabellera de rubia, que todos admiraban, incluso habían envidias de parte de algunas, sus cejas delineadas, sus piernas hermosas, cualquiera de los hombres se deslumbraba por ella.

La chica Lucrecia era ajena a su futuro, no para de observar su reflejo en el espejo, está quedando distintas, es como que, si fuera otra mujer, nunca su piel había sido maquillada, ya que ella es una de las chicas humildes, sencillas y para ella verse pintada, es un cambio radical, ella es muy preguntona y decide abrir su boca ya que tiene ansiedad por preguntarle a las jóvenes ¿Si realmente debería casarse?, le intriga saber lo que se platicó ayer por la noche, ya que estas dos jóvenes que le ayudan arreglarse para su boda, estuvieron presentes.

—Está quedando divino el maquillaje, se nota que ustedes son expertas, deberían permitirles pagarles aunque sea el poco dinero que tengo, me siento un poco apenada por ustedes, yo sé que dijeron que yo no les pase dinero ni nada, pero siento que no es correcto, y no es ético, que ustedes trabajen tanto y yo no les page nada, sé que hablaron un tema el dia de ayer en la noche, con mis padres, mi novio y prometido Julio, pero cuando me acerque ustedes dejaron de decir una palabra, y se retiraron, ¿De que hablaban ayer? —Pregunta la rubia curiosa.

—Señorita Lucrecia, hay cosas que no entendería, y no nos corresponde hablar de eso a nosotras, y menos el dia de su boda, su novio Julio no es la persona con quien usted debería casarse, mire Julio es inestable, y es complicado el joven, y no puedo decir nada más —responde tragando saliva.

—Lupe, no me aflijas, que cosas debo de enterarme, dime, ya que no estoy entendiendo bien —Lucrecia le dice mientras hace una mueca de molestia.

—No puedo decirle más señorita Lucrecia lo lamento enserio —responde Lupe con voz triste.

Lucrecia con cara de confusión se queda pensativa y menciona el nombre de Raquel en alto.

—Raquel, ¿Qué pasa? —Pregunta Lucrecia con el ceño fruncido.

—Nada señorita Lucrecia, es solo que usted debe estar tranquila, es su boda, y le ira increíble —responde Raquel mientras agacha su mirada.

—Ustedes dos me están ocultando algo, no entiendo por qué dice que Julio es inestable, ¿En qué sentido es inestable mi novio? —Pregunta Lucrecia con intriga.

Lupe y Raquel se miran a la cara en un cruce de miradas, suspirando lentamente, contendiendo casi la respiración.

—¿Qué perfume quiere que le aplique el frutal o el floral? —Pregunta Lupe.

—El perfume Floral, por favor —responde Lucrecia pensativa en todo lo que ellas le dijeron.

Ella es una mujer tan preciosa, que su madre solía decirle, rubí, pero en verdad se llama Lucrecia la joven que todos los hombres quieran besar, es humilde que lo único que quiere es casarse con el amor de su vida, llenarlo de besos, disfrutar una luna de miel, despertarse todos los días de su vida en la misma cama que su futuro esposo.

 Lucrecia es ingenua, no tiene idea, que, para su futuro esposo, solo fue un juego, entonces ella evadirá lo que ellas le dijeron, no le hará caso a esas habladurías, que quizá no sean ciertas, esta sería la tarde más hermosa de su vida.

¿Pero qué hay de él joven cabello de cabello castaño?, el que según ella se está alistando, está jugando pelota con sus amigos, ella no lo sabe, no tiene idea, de lo que esta tarde pasaría, ajena a todo lo que pasaría el dia de su boda, Lucrecia se mantiene con una sonrisa firme, evadiendo las habladurías que se dieron horas antes de que ella viera la foto de su vestido en su móvil que está a punto de arruinarse.

Lucrecia está esperando que su vestido llegue vivo a su humilde casa, ya que lo pidió a domicilio, por unos arreglos que tenían que hacerle.

Una sonrisa se dibuja en el rostro de Lucrecia, solo de imaginar que finalmente llegara al altar, va a recibir un beso grande enfrente de todos los invitados solo eso le hace estremecer su cuerpo, su imaginación va más allá, luego tener una luna de miel, con el amor de su vida, para ella eso es un triunfo grande.

La puerta de la casa de la rubia y esbelta chica está abierta, ya que está pendiente de que venga la persona a dejar su vestido.

Lucrecia aun sonríe con cada imaginación que se figura en su mente con Julio, según ella Julio será parte de su vida, y estaba muy equivocada.

El sonido de un pito del automóvil alarma los oídos de Lucrecia haciendo que su mirada se dirija a la puerta y su sonrisa se borrara de su rostro.

Lucrecia pensó que era un automóvil común y corriente pero cuando ve una gran limosina parqueada frente a su casa, en el garaje de su humilde casa, mira que la puerta de limosina se abre, y frente a sus ojos un galán atractivo de ropa fina, de físico perfecto, de barba perfecta y ordenada, con un aroma que hace suspirar desde el primer momento que el da un paso, su  reloj fino, su cabello muy ordenado un hombre guapo con esos ojos celeste, con piquete de aquellos que se acercan y por supuesto notas que huelen a puro dinero, en sus manos lleva un collar de perlas, hermoso, sus ojos se encuentran maravillosamente, Lucrecia se muerde un poquito el labio inferior intentando disimular la elegancia de ese hombre.

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