-Lía y los lobos que han enviado hacia la ciudad humana por provisiones han regresado. - Dijo Ishaelle mirando hacia la puerta.

Su expresión había sido sería durante toda la mañana. Yo tenía una muy buena idea del por qué.

Nos encontrábamos en la sala de estar vigilando a los cachorros mientras el resto de los chicos corrían por el territorio para tener todo listo para una fiesta que era de bienvenida, despedida, agradecimiento... y mucho más.

Los guardias del Alfa Bastian estaban desesperados por marcharse anoche, pero conseguimos convencerlos de quedarse un día más mientras coordinábamos todo con la manada del Sur. Saldrían en el primer vuelo de mañana.

Algunos pocos habían decidido quedarse en nuestra manada. Eran lobos jóvenes que realmente no tenían un "hogar" al cuál regresar y les había gustado nuestro peculiar estilo de vida.

Así fue como la fiesta "prometida" para los cachorros se convirtió en un ritual oficial para aceptar a los nuevos miembros de la manada y la despedida de