14 de febrero, mejor conocido como San Valentín o el día de los enamorados. Este día es el que te das cuenta lo bastante sola que estás, en todo lado que mire hay parejas dándose muestras de afecto, corazones y flores.

Si fuera por mí, no saldría hoy de mi cuarto, pasaría viendo películas que muestren lo miserable y doloroso que puede ser el amor, pero en lugar de eso, estaba obligada a ir al baile de graduación. ¿Quién en su sano juicio hace un baile el 14 de febrero?

— Summer, acabo de retirar tu vestido — mama entró a mi habitación con cara de emoción — Te verás preciosa esta noche.

Mi mamá estaba más entusiasmada que yo, me llevó a rastras a comprar el vestido hace unos días. De acuerdo, intentaré mantenerme positiva con la situación, el vestido era precioso, de satín rojo y con una abertura en la espalda, se ceñía a la perfección a mi cuerpo.

— ¿Es necesario que vaya? — cubrí mi rostro con una de las almohadas — ¿Por qué no puedo quedarme en casa?

— Sum, es tu baile de graduación