PREPPY
Las voces de todos se mezclan y parecen una oleada de sonidos inconexos e irreales que se mezclan con la voz de mi hermana menor, Lany, quién creía muerta, estamos dentro del salón principal, y ella no deja de mirar a cada uno de nosotros como si fuéramos fieras a punto de comerla. Su barbilla tiembla como cuando era pequeña y tenía hambre. La cabeza me da vueltas, tengo tantas cosas en mente que poco a poco me siento en una realidad alterna a la que estaba viviendo hace cinco minutos.
—Pobrecita —añade Lea manteniendo firme su instinto maternal.
Lany nos cuenta que Aleska la mantuvo presa, según sus palabras, aquella noche iba camino a la fortaleza de Enzo, para buscarme y hablar so