BARCLAY

Suelto el humo del cigarrillo que descansa en mis dedos, hay muchas cosas que me molestan pero esta que me pidió el Boss, es una que supera mis límites, podría negarme de hecho espero hacerlo en la reunión de unas horas, pero… siempre hay un maldito pero, y ese es Preppy, quien jamás dejaría que Ariel fuese la puta de Jacob, el líder de la mafia turca. Y eso llevaría a una guerra entre clanes que no estoy dispuesto a sobrellevar.

Muevo el cuello con estrés, la mirada llena de decepción que me lanzó Mandy luego de follarla contra mi auto y de aceptar ser su puta, me sigue quemando el pecho. La follé, cosa que lleva siendo la segunda vez, no estoy… no, no estamos enamorados, lo nuestro es pura atracción f&iacut