Yusuf.

Estaba preocupado por ella, no dejaba de mirar el reloj y cada vez se hacía más tarde. Mi estrés se calmó luego de ver a Rubén salir.

–¿Cómo está ella?–él quitó sus guantes y sonrió.

–Ella está bien, hermano.

Me alivie al saber eso.

–¿La puedo ver?

–Desde luego.

Entre a la habitación y si, la ví.

Parece que Emily se ha quedado dormida. Me senté a su lado, y mire su pequeño brazo el cual tiene un cabestrillo.

Iré a la cocina a preparar unas sopas de cerdo para que recupere fuerzas.

No es que sea muy experto en esto de cocinar pero en algo que sí estoy seguro es que tengo buena sazón.

Probaba la sopa y a la vez visualizo a mis hombres los cuales están bajo la lluvia.

Prepare un poco de té y les brinde. Ya que me imagino que estaban súper resfriados, y aún así ahí están ellos. Acatando mis órdenes con mucha autoestima.

El sol brillaba por su ausencia y recordé cuando ella se lanzó dentro de mis brazos, ahora conozco algo más de ella, le teme a los truenos.

Miré al cielo y dije.

–O