CAPITULO 38 : SEGUNDA OPORTUNIDAD.
Al llegar a la empresa, Axel entró a su oficina. Alicia se sentó en su escritorio y revisó los documentos que Gabriel les dio. La tarde transcurrió tranquila y, al anochecer, Alicia entró a la oficina de Axel para avisarle que ya se iría con Luis.
—Axel, ¿necesitas algo más? Ya me voy; Cameron ya se fue también.
—No. No necesito nada, no te preocupes... Pensándolo bien, sí necesito una cosa.
Él se acercó a ella y le dio un beso muy tierno.
—No estés molesta, Alicia.
—No estoy molesta, solo que no me gusta sentirme en el medio.
—Lo sé, pero igual entiéndeme a mí. Prometo analizarlo bien y prometo que no vas a influir.
—Está bien.
Ella por fin le sonrió a Axel.
Alicia lo abrazó muy fuerte.
—Entonces nos vemos mañana, ¿sí?
—Sí, Alicia. Buenas noches.
—Buenas noches.
Alicia salió de la oficina y bajó a la oficina de Luis; él estaba recogiendo sus cosas.
—¿Lista?
—Sí.
Alicia sonrió; a Luis le encantaba esa sonrisa, pero en los últimos días la sonrisa de ella había cambiado: era más cálida.