Sentados con una copa de vino en la mano, sin poder dejar de mover la cabeza de un lado al otro por cada vez que recordaban el incidente, el abuelo de Cristal y el abuelo de Brandon.
—No puedes negar que mi hijo se portó como todo un caballero, Adolfo —dijo el abuelo de Brandon bebiendo de su copa de vino.
—No, la verdad es que no puedo negar que tienes razón y sobre todo, Brandon parecía realmente preocupado. Es solo que llegué a pensar que trataría a mi nieta como a todas las mujeres que ha tratado. No lo sé, mi nieta es diferente y me gustaría que él la tratara de esa manera. —Contestó el abuelo de Cristal.
—Si hablábamos de eso, vamos a terminar discutiendo así que lo mejor es callar.
— ¿Por qué lo dices?
—Quizá porque tu nieta fue la primera en presentar aquel documento.