Habían pasado dos días, Agatha estaba desesperada, no sabía nada de Azzael, Lucifer la abrazaba y tratando de consolarla, el espacio se abrió y entró Azzael, Agatha se puso de pie y corrió a sus brazos llorando –
AZZAEEEL!!! -Agatha lo besó mientras lo abrazaba –
Tranquila princesa estoy en casa, Azzael miró a Lucifer y su sangre se heló no esperaba encontrar al príncipe del infierno con Agatha, trató de disimular su nerviosismo –
Hermano… que gusto verte – Muriel se acercó y lo abrazó –
Muriel que bueno verte hermano
Como fue todo, que te pidió ese hijo de puta de Azrael que hicieras, ¿te dejará en paz? - Agatha le preguntaba mientras besaba su mejilla repetidas beses, el ángel sonreía por la desesperacion y el amor de Agatha -
Bueno, me hizo matar a un hombre que estaba poseído, pero nada más, dijo que la deuda estaba saldada, ahora solo quiero estar contigo amor, ya llegué – Lucifer lo miraba en silencio –
¿No pasó nada más? - Lucifer le preguntó analizando sus movimientos y miran