Llegando a casa, Agatha le entrega las frutillas a su madre mientras saca dos o otres para comer, Azzael está callado, pensativo, Agatha lo abrazó y besó su cuello
Amor, ¿pasa algo?
Nada, es solo que quisiera pasar tiempo contigo a solas – Agatha se acercó a su cuello y susurró –
¿Y si vamos a la playa que fue nuestra luna de miel? Podemos decirle a mi familia que iremos a caminar
Me encantaría – Agatha le avisó a su madre y se fueron caminando al bosque donde Azzael rompió el espacio, estaban en la casa donde fue su luna de miel, Agatha abrazó a Azzael quien la besaba sin parar – Agatha, te deseo, te amo, te amo tanto – sus besos eran desesperados, sus caricias la elevaban a las estrellas, Azzael la tomó en su brazos y la llevó a la cama, rompió su ropa como un animal hambriento y la tomó en sus brazos, Agatha se sentía tan pequeña en los brazos de Azzael, lo besaba, lo acariciaba y gemía en sus brazos, Azzael entró en ella de un empujón haciendo que Agatha diera un grito de placer a