Sus compañeros de trabajo en el hotel donde trabajaban conocían la lealtad de Roy, ya que invitó a algunos amigos a tomar algo en el bar la noche anterior e incluso pagó a las artistas que tenían citas con sus amigos.

El dinero en sí era lo que le quedaba de dinero mientras estaba en Yakarta, satisfaciendo a las tías de la alta sociedad de su amiga Cindy, mientras que el salario mensual que recibía trabajando en el lujoso hotel de Harry se lo transfería íntegramente a su hermano menor, que vivía en el pueblo.

Las decenas de millones de dólares que ganó de las tías de la alta sociedad en Yakarta también se los gastaba en fiestas en la isla de Bali con sus amigos; para Roy, el dinero solo servía para divertirse.

Sin darse cuenta, Roy llevaba casi tres meses en Bali trabajando en el hotel de Harry. Por supuesto, además de conocer a todos los empleados del hotel, Roy también era conocido por muchos turistas que se alojaban allí. Esa tarde, después de enseñar a los turistas a surfear, Roy