La semana transcurrió tranquila y el fin de semana llego rápido, era sábado en la mañana, Atenea y Marisol debían visitar a la tía Margot por su cumpleaños. La tía Margot adoraba a Marisol ella le enseñó todo lo que Marisol sabía sobre el tarot, horóscopo, lectura de mano entre otras cosas, ella guió a Marisol a ese mundo le enseñó a leer las energía de las personas para ver su futuro, Marisol era como una hija para ella.

 tocaron el timbre la señora abrió la puerta con una sonrisa

 –¡ sol mi niña! estas hermosa entra y siéntate ¿no has comido nada aún? 

– gracias tía Margot pero no tengo hambre 

 se dirigió luego a Atenea 

– hola cielo ¿como has estado? 

Atenea estrecho su mano 

– estoy bien tía Margot discúlpame por no venir antes tengo mucho compromiso

  la señora le sonrió y puso una mano en su mejilla

 – corazón no te preocupes, lo importante es que ya estas aquí  siénta