Apenas escuchó esas palabras Kader sintió como si el piso le quemara. Como rayo se incorporó dejando sus rodillas en el piso y manteniendo cierta distancia de Maia.
- ¿Qué… qué dijiste? - tartamudeo
- Lo que escuchaste, me enamoré de ti - insistió - sé que es difícil de creer, incluso a mi me costó aceptarlo, pero es la verdad. Me enamoraste con tu coraje, tu valor, la forma en la que ves por los tuyos, esa sencillez y a la vez orgullo con el que enfrentas cada situación. Te amo -
- No - dijo de inmediato - ¡No! No puedes amarme -
- ¿Pero por qué no? - lo cuestionó
- Para empezar porque hasta hace poco cre&iac