―Tiene razón ―dijo Maurice soltando un suspiro ―Hemos estado esperando tanto por este día que, resulta aún algo difícil de creer ―dijo dirigiendo su mirada hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones ―El glorioso regreso de la familia del rey Máximus ―añadió con una sonrisa ―Parece casi algo irreal ―
― ¿Verdad que sí? ―preguntó alguien que salía de la cocina
―Demonios Lysander, al menos métela al microondas ―gruñó Dante al ver como Lysander le daba un mordisco a una rebanada de pizza que había sobrado del día anterior ―Por cierto, Maurice, no lo vuelvas a dejar subir sin mi permiso ―
― ¡Oye! ―gruñó Lysander indignado, provocando que Maurice riera ―Todavía que vine hasta aquí con mi pancita vacía para traer a Sandy y al vestido de mi Luna bonita y te atreves a regañarme ―
― ¡Elizabeth! ¡No! ―
―Te lo hubiera agradecido de corazón si no hubieses traído a Elizabeth contigo ―gruñó Dante al escuchar el grito irritado de su compañera
―Sí, bueno, no me dejó muchas opciones ―dijo Lysander